SALVAR LOS FICUS DE PEDRO DE OSMA


Acrílico sobre tela / 50 x 40 cm / MGO


Un sol parco y tenue ilumina la avenida Pedro de Osma en mi niñez. Los gigantescos ficus no eran los árboles amputados que vemos hoy. Sus copas de mil verdes y sus troncos luminosos transitaban la calle exactamente cada 20 metros. Hoy faltan muchos gigantes devorados por el tiempo y el maltrato. Es acaso tan dificil buscar unos plantones de la misma variedad (no del benjamina) y sembrarlos donde fueron abatidos. ¿O es que se sigue pensando que los ficus traen gusanos, cagaditas de pichones, y que rompen los desagües, y que la belleza no tiene ninguna importancia?

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