José María Arguedas habría cumplido cien años. En estos días releí sus obras, investigué su vida y comencé a escribir un ensayo sobre sus novelas. Quería reconstruir la trama de su tragedia, el rompecabezas de su dolor, y las piezas ocultas de su desamparo y hasta su marginalidad literaria. Como en las tablas de Sarhua intentaba contar su historia y la de sus historias. Todavía no terminaba de encontrar las claves de su mente y mi cabeza ya bullía de imágenes que finalmente capté sobre una tela. A la semana el espacio parecía pequeño para seguir contando su vida. Decidí anexar otro lienzo para expandir el cuadro. Entre veladuras y graduaciones de color comencé a percibir un mensaje secreto. El resultado está a la vista. Arme usted el puzzle de Arguedas como quiera.
La niña y la lámpara azul
Acrílico sobre tela/ 30 x 40 cm. / vendido JO
José María Eguren cultivaba a la vez la poesía, la acuarela y la fotografía. En algunas ocasiones, premunido de una diminuta maquina de fotos construida por el mismo dentro de una caja de fósforos, salía de su casa de la plazuela de San Francisco y capturaba una flor, una niña, o el aroma de la tarde. Luego volvía a su casa y se entregaba largas horas a revelar el pequeño negativo y ha traspasar la imagen al papel. Cómo él mismo decía, vivía “ cercando el misterio de las palabras y de las cosas que nos rodean " .
La Niña de la Lámpara Azul
En el pasadizo nebuloso cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.
Ágil y risueña se insinúa, y su llama seductora brilla,
tiembla en su cabello la garúa
de la playa de la maravilla.
Con voz infantil y melodiosa en fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.
Con cá