ANCON


Acrílico sobre tela / 40 x 30 cm / 600 soles

Ancón era lindo. Allí veraneaba mi madre por los años veinte y allí también pasé varios veranos en casa de un tío muy querido. Quedaban entonces algunas hermosas casas de madera de antes de la guerra con Chile pero ya se levantaban muchos edificios modernistas que armonizaban con la bahía. Luego dicen que vino Velasco y comenzó la decadencia. Todas las barriadas acudían a sus playas con tallarines domingueros. (Son increíbles los argumentos que sirven para justificar la exclusión). Lo único cierto es que los anconeros buscaron otras playas, lejos de la plebe que rodeaba el balneario. Y ahora el grupo Romero, cuándo no la codicia, quiere destruir la ecología del lugar, haciendo un puerto gigantesco.

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