Zoe, mi ahijada (en proceso)
Tienes trece años, los ojos verdes de acuario y un bosque por descubrir. Para tu santo me pediste este retrato y lo voy haciendo. No sé para qué servirá pero cuélgalo en tu habitación. Quizá sea para recordar los árboles que te alejan de la infancia o al padrino que aprendió a pintar contigo. O simplemente este cuadro sea el testimonio de cuando éramos felices frente a la mesa de los viernes.